4. Etiquetado

4.1. Introducción

El etiquetado proporciona una descripción detallada del contenido de un archivo, facilitando posteriores búsquedas.

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La inclusión de metadatos resulta especialmente útil en aquellos tipos de archivo (de imagen, de audio, etc.) en los que no existe más texto que el del propio nombre del archivo, puesto que esa descripción adicional que aporta la etiqueta facilitará enormemente las búsquedas posteriores.

Por tanto, las etiquetas resultarán de gran ayuda a la hora de buscar información almacenada en los dispositivos, ya que proporcionan una descripción detallada de la estructura o contenido de un archivo. Permitirán, también, la búsqueda conjunta de aquellos ficheros que compartan algún elemento común (e. g. una palabra clave), sin necesidad de que todos ellos estén almacenados en el mismo directorio del disco duro.

Por ello, sistemas operativos como Windows o MacOS llevan incorporando la función de etiquetado desde hace más de una década, aunque aún continúa siendo una característica relativamente poco utilizada por los usuarios que, en muchos casos, desconocen incluso su existencia. Se trata, sin embargo, de una función realmente útil, que permite organizar los archivos en el disco duro y, posteriormente, encontrarlos con gran facilidad, sin necesidad de recurrir a la navegación por carpetas. De hecho, los exploradores de archivos de la mayoría de los sistemas operativos permiten mostrar los archivos categorizados por etiquetas, en lugar de mostrarlos ordenados por carpetas, que suele ser la opción por defecto.

Pero el uso de etiquetas no está restringido únicamente al ámbito privado del disco duro o espacio de almacenamiento en la nube de un usuario. El llamado etiquetado social (social tagging, en inglés), también conocido por folcsonomía, consiste en la aplicación de etiquetas a todo tipo de información presente en Internet (imágenes, audios, vídeos, documentos, etc.); así enriquece su contenido y aporta precisión a la hora de tipificar la información existente en la Red. Se trata de una clasificación colaborativa mediante la asignación de etiquetas descriptivas, sin jerarquías, que son de gran utilidad para los motores de búsqueda de Internet.

En este sentido, numerosas redes sociales ofrecen a sus usuarios la opción de buscar marcadores asociados a determinadas etiquetas, realizando un ranking del contenido de acuerdo con el número de usuarios que lo hayan etiquetado. Precisamente estos servicios web, especialmente Twitter, Facebook e Instagram, han popularizado el llamado hashtag, un tipo de etiqueta compuesta por una o varias palabras concatenadas precedidas de almohadilla (#), que desempeña un papel muy relevante en el proceso de indexación y búsqueda de contenidos en la Red.